San Vicente de la Sonsierra

En 1985, en uno de los parajes de mayor altitud de la localidad de San Vicente de la Sonsierra, cercano al límite del cultivo de la vid, se realizó la plantación de una parcela de unas 18 hectáreas llamada La Canoca.

Esta privilegiada zona se caracteriza por una topografía escarpada con abundantes laderas orientadas hacia el sur, asentadas todas ellas en las faldas de la Sierra de Cantabria, que protege este enclave de los fríos vientos del norte.

El clima, Atlántico con matices Continentales, con un elevado gradiente térmico entre el día y la noche en la época de maduración, acompañado de un suelo arcillo-calcáreo, alcalino y una equilibrada proporción de materia orgánica convierten a esta finca en un lugar idóneo para el cultivo de un viñedo de gran calidad.

El viñedo está plantado en espaldera, con una alta densidad de plantación y una equilibrada producción cercana al kilogramo por cepa, obtenida mediante racimos y bayas de pequeño tamaño.

La variedad utilizada, "Tempranillo peludo", es conocida así por su vellosidad en el envés de la hoja, autóctona de la Sonsierra Riojana, pero prácticamente desaparecida debido a su baja producción.