Quintanilla de Onésimo

Villacreces se extiende por una finca de 110 hectáreas, 64 de ellas de viñedo, asentada sobre un meandro del río Duero, en pleno corazón de la Milla de Oro de la Ribera del Duero. Este viñedo está dividido en 15 parcelas de las variedades tinto fino, cabernet sauvignon y merlot, que se entremezclan con un pinar centenario de gran valor medioambiental y paisajístico.

Finca Villacreces, surge, así, como un viñedo único, condicionado por la diversidad de suelos donde se encuentra plantado, que van desde áreas extremadamente arenosas cerca de los pinos, a terrenos muy pedregosos donde predominan los cantos procedentes de la deposición aluvial del Duero. La pobreza del terreno garantiza, de forma natural, bajos rendimientos que rondan los 4.000 kg/hectárea.

Finca Villacreces se haya plantada a 700 metros de altitud sobre el nivel del mar y es objeto de un clima extremo, con grandes oscilaciones térmicas, inviernos largos y veranos secos con baja pluviometría. Sin embargo, el bosque que envuelve la finca le provee de un microclima especial que protege al viñedo de las circunstancias climáticas más agresivas.

En Finca Villacreces se busca una viticultura enfocada a la calidad, donde el viñedo se autorregula hasta limitar la producción a menos de 2 kilos por cepa. A su vez, estos viñedos son cultivados siguiendo criterios de viticultura integrada, donde se controla y preserva la propia condición natural de la vid para obtener vinos con la personalidad y tipicidad propia y única y de Villacreces.