A principios de los años cincuenta, Miguel Torres Carbó, la 3ª generación al mando de Bodegas Torres, recorría incansablemente los viñedos en su Renault 44 en busca de las más preciadas uvas tintas de la región, garnacha y cariñena, para crear un vino diferente , que expresara el auténtico carácter de la tierra. Así comienza la larga historia de Sangre de Toro, que vio la luz por primera vez en 1954. Hoy está considerado un claro referente mundial del vino español de calidad, un clásico actual, elegante y versátil, que renace ahora con fuerza reivindicando la autenticidad y la fidelidad a los orígenes.